lunes, 3 de agosto de 2009

Candela


Esta semana he ido a pintar a Cuenca. Nunca había estado en esta provincia pintando pero sabia que tenía fama de gustos clasicones. Como no consigo ser fiel a mi rencor y, además, había dos concursos el mismo día en pueblos vecinos me anime y fuimos Alex y yo. En el primero, Sisante, hasta las dos del mediodia, hice un cuadrito a mi gusto. Pensé que tal vez el jurado estaría abierto a propuestas más actuales. No fue así, linea ocre. En el segundo, San Clemente, pitábamos a partir de las 10 de la noche. Es un pueblo bonito y acogedor y pensé regalarles y regalarme una obra muy personal pero como todo se pega menos la hermosura dudé de la amplitud del criterio del jurado local, y como el viaje ya me había costado una pasta caí en la tentación de "pintar a la carta". Les di lo que ansiaban y yo me traje lo que quería. Es una sensación muy extraña, pero mucho más agradable que cuando ves pasar por alto las obras que a ti te resultan interesantes, incluida, por supuesto, la tuya.

De Sisante no tengo foto, de San clemente no la subo. En su lugar subo este retratito de mi prima Candela que le he hecho por su comunión. Ala.